martes, 15 de octubre de 2013

El tiempo del actor...



Siempre que entro en un proceso creativo como directora, me pone un poco ansiosa el no poder, tomar un tiempo generosamente largo, a la búsqueda y experimentación dentro del proceso creativo del proyecto que estoy montando. La mayoría de las veces, y más en estos días que corren, el tiempo juega en contra y las responsabilidades cotidianas ( otro trabajo, estudios, familia, etc) a veces suelen interferir en el tiempo que los actores y actrices pueden (mos) dedicarle a los ensayos. O la casi inminente fecha de estreno, hace que la puesta tenga que construirse sobre la marcha, sacrificando, en muchos casos, el espacio de ensayo que le pertenece al intérprete para la construcción de su personaje.


En esas ando. Buscando la manera de encontrar un equilibrio. Entonces, mientras tomo un descanso de otra tarea que ahora me ocupa, tomo un libro que leí hace mucho tiempo, y que he recuperado, lo abro en cualquier página y leo esto:

¿Qué tiempos reales necesitaría un actor....? 

- Los tiempos de la vida que no están sujetos a otra condición que no sea lo que la vida misma impone en su devenir y que no contemplan las exigencias de los tiempos de realización artística.

¿Qué tiempos reales utiliza el actor?

El de los ensayos, mas allá de la cantidad de tiempo invertida en los mismos y que responde a la singularidad de cada proyecto, y el de la representación, más allá de las acciones o los textos que propicien una directa vinculación con lo que rodea al actor en su quehacer escénico. 

(Jorge Eines. "El Actor Pide")

ESTO ES SINCRONÍA! 

PD: la foto es del ensayo de hoy, Necro-Lógica (reloaded) en proceso. A partir de mañana, nuevo abordaje.






domingo, 6 de octubre de 2013

Regreso de Otoño: trabajo y rutina


Hola! por aquí estoy de nuevo! hacía mucho tiempo que no escribía. desde junio! Ha sido un verano familiar con muchas cosas por hacer! pero ya, ha entrado el otoño y vuelve la rutina diaria del día a día. 

Es común pensar en la rutina como algo desagradable, algo que nos encajona en un hacer monótono, día tras día: levantarse, trabajar, estudiar, comer, ir al gimnasio, ver t.v, comer, dormir y volver la levantarse para repetir lo mismo. Una suerte de día de la marmota, donde todo ocurre exactamente igual.

Sin embargo, creo que la rutina es algo necesario, si le quitamos el tinte aburrido con el que solemos verla, la rutina puede sernos de gran ayuda: nos permite canalizar nuestras energías en actividades concretas, en lugar de pasarnos la vida divagando sobre el ser o no ser, o hacer y no hacer. Nos ayuda a crecer y perfeccionar nuestra actividad: ser mejores en nuestro trabajo, aprender más cosas cada día, ponernos retos y metas personales y profesionales. Si la vemos como un enemigo, la rutina nos comerá vivos, si la vemos como un aliado, nos dará impulso y satisfacción.

Como un atleta que corre cada día y poco a poco supera su marca, como un músico que adquiere virtuosismo tras horas y horas diarias de ensayo, como un pintor que mejora su técnica después de pintar diariamente por mucho tiempo, como un actor que entrena su voz, su cuerpo y su mente para encarnar personajes cada vez más complejos. No importa si tu profesión no tiene que ver con las artes, es la constancia lo que te hará mejorar tus habilidades y superarte

Entiendo que hay muchas personas actualmente que no tienen la oportunidad de hacer un trabajo que les apasione, o al menos, que les guste. Y en este caso la rutina se transforma en un monstruo, una suerte de "Dementor" (ver Harry Potter) que te succiona los sueños y las buenas energías. ¿Que hacer en este caso?

Algo que podría ayudar es complementar esa actividad con otra que realmente disfruten, por ejemplo: "odio ser secretaria pero me encanta cocinar", entonces los fines de semana o sino estás muy cansada en la semana, por las noches, intenta probar recetas nuevas, inventar y experimentar en la cocina, para ti misma o para tus amigos y/o familia, anota en un cuaderno tus recetas favoritas y ponle un toque personal, así puedes tener, al cabo de un tiempo, un recetario personal con platos riquísimos, y quién sabe, podrías en un futuro hacer lago  más con eso.

Dedicarse a algo que no nos gusta, es algo por lo que todos hemos pasado, y en estos tiempos de crisis lamentablemente esto es más común que nunca. Lo importante es lo que nosotros podemos hacer con eso, dependiendo de nuestras necesidades y lo más importante, respetando y aceptando nuestro propio proceso: podemos lamentarnos y sufrir por ello o dejarlo y arriesgarse con aquello que realmente nos mueve, o ir poco a poco, mantener el trabajo que nos da para poder vivir y buscar la manera de hacer lo que amamos y hacer el cambio progresivamente, siempre con fe y esperanza en que si lo podemos ver en nuestra mente, puede volverse realidad.

Así que ¡bienvenido otoño!, ¡bienvenida la rutina!, vamos a hacer de ella nuestra mejor aliada.





ShareThis

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...